lunes, 7 de enero de 2008

Puerto Escondido Parte 2

¡Gracias por visitar mi blog otra vez! La verdad es que las fotos, anécdotas, historias y demás se me están acumulando y no me da tiempo a subir todo lo que quisiera a este diario, o mas bien anecdotario personal que espero os este gustando. Supongo que de regreso tendré que trabajar un poco mas en el y contaros todo lo que me esta sucediendo por estas tierras.

Si leísteis la entrada anterior, ya sabréis lo mucho que me gusto Puerto Escondido, y también ya conoceréis cual es el deporte mas practicado allí ¡EL SURF! Pues, aunque no me atreví a practicar este deporte en todo su esplendor ( las olas de 3 metros pueden impresionarte bastante), decidí probar suerte con otra modalidad, llamada body board, o como se la conoce en Mexico, Buggy. Así que allí me tenéis, con mi tabla alquilada, mis aletas, y enfrentándome a el Océano Pacifico cara a cara. Por supuesto, las imágenes de los surferos cabalgando sobre las montañas de espuma marina hacen que todo esto parezca fácil ¡No, no lo es! Solo conseguir llegar al punto adecuado para poder coger la ola es una aventura por si mismo. Que si rema, agita tus piernas, ¡cuidado llega una ola!, sumérgete por debajo de ella y arrastra la tabla, cuidado que la turbulencia no te arranque de ella y te desoriente haciéndote retroceder todo lo avanzado, sal por el otro lado y vuelta comenzar el ciclo. Uffffff, es mas difícil de lo que parece.
Bueno, 45 minutos después alcancé mi objetivo, no sin pensar en rendirme un ciento de veces, y respirando tan rápido como una locomotora vieja a toda potencia. Y por fin mi primera oportunidad. El monstruo marino avanza hacia mi rápidamente, preparo mi posición de salida, me lanzo sobre ella, y chas, me agarra rugiendo como un león rabioso y me sumerge en las profundidades del océano dejándome sin respiración, sin sentido de la orientación y sin ganas de intentarlo otra vez. Y aun peor, al sacar mi cabeza, chas, vuelta a la orilla.

Solo después de varios intentos y un gran numero de revolcones conseguí por fin mantener cierta fluidez, y pude, no con poco regocijo y felicidad, culminar mi primer paseo sobre una tabla y que estreno, una ola de un par de metros, corto pero intenso. He de recordar al lector la mala pasada que mi mente me jugaba a cada minuto cuando alguna sombra se movía cerca de mi, ¿tiburones?

¿Que sale si metes a sushi y tacos mexicanos en una coctelera y agitas muy fuerte? Pues a Miguel Okamoto, este japo-azteca que es muy buena onda y que intento compartir el martirio de las olas conmigo. En la foto podrás ver que tengo en la mano una michelada, una de las bebidas mas extendidas en las regiones mexicanas. ¿Que que es una michelada? Pues es cerveza (puede ser de cualquier marca, cerveza mexicana claro) mezclada con sal, limón y salsa valentina, la cual pica mucho, aunque hay varias versiones, en las que se incluye tabasco, salsa inglesa, salsa maggi... Muy buena, y nutritiva, mmmmm... No podéis iros de Mexico sin probar una.

Otra de las cosas a señalar de Puerto Escondido son sus maravillosas puestas de sol. La gente baja a la playa a verlas y no hay un día en la que estas no sean mágicas y bien acogidas por el pueblo de Oaxaca.



Y para terminar aquí dejo la foto de las lindezas mexicanas Hortencia y Dennise, pura chilanga banda, difícil de resistir, ya veis chicos lo que os perdéis. Besos y recuerdos para todos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Aissssss pero que mal lo estais pasandoooo, pobrecitos mios, que mala pinta tiene la playa, jaja. Que guapas las niñas, ahora la carita de sueño de Denisse lo dice todo, mucha juergaaaaaaa.
Besos a todos.

Unknown dijo...

Si,sí, yo tambien creo que lo estais pasando regular. Esas fotos.Esas caras.Esos paisajes...
Y lo que no vemos, ni comemos ni ná...¡que se nos va a sartá la ié!...

rocio arjona dijo...

Que tal nahum!? anda que no te lo estas pasando bien ni na eh? Te iba a prenguntar que cuando volvias... pero lo mismo no vuelves ni na... jajajaja, bueno espero que actualices pronto y pongas mas fotitos. Un beso. Ten cuidado

Te quiere Rocio.